No deja de sorprendernos ver como las marcas chinas no usan sus nombres de origen, que muchas veces tienen prestigio global y lo sustituyen adaptándolo según ellos para cada mercado. Algunos que sí deberían cambiarlos como Changan que suena horrible en México, y otros que no deberían cambiarlos como Chirey que en China es Chery, una de las marcas más respetadas. Otras, como ya sabemos, compran los derechos y les ponen nombres europeos para apantallar.
En el caso de estos, el modelo 7 y el 8 incluyendo el Pro Max son sorprendentes en cuanto a los acabados (observen la pantalla a todo lo ancho, que en realidad son dos de 12 pulgadas) destacan con respecto a otras marcas chinas y se acercan a los coreanos, por no decir a las japonesas.
Los motores ofrecidos van de un 1.5 que genera 154 caballos a otro de 2 litros con más de 200 caballos con caja CVT o doble embrague de 6 cambios, respectivamente. No tiene caso que les enlistemos el equipo que trae porque eso lo puedes ver en la ficha o te lo platica el vendedor. Nuestra revista no es una analista de sistemas operativos y de cámaras o bolsas, sino de coches.
Los precios empiezan en $495,000 y llegan hasta más de $800,000 según la versión y tamaño.


