En gustos se rompen géneros… ¿o cómo era?

¿CUAL COCHE ES EL QUE TE GUSTA? ¡ESE es el que debes comprar!

En la revista de este mes publicamos una nota acerca de los 25 autos más bellos de la historia.
(la puedes descargar completa y absolutamente gratis en  https://motoryvolante.com/portada/)

Ciertamente declarar a ciertos coches como tales pues es un poco aventurado, porque depende del buen gusto o el mal gusto de cada quien. En esa nota pusimos a los 25 autos que universalmente son reconocidos como tales si bien seguramente vas a encontrar que falta el coche que tú querías o sobra uno que no te parece que debería estar entre estos. Pero así es la vida, uno no siempre puede anticipar o adivinar lo que le va a gustar a todo mundo y siempre son disparos en la oscuridad. Lo que sí es un hecho es que la mayoría de las personas que compran un auto lo hacen basándose más que nada en si les gusta o no. Las características técnicas o de servicio en la mente y el corazón de los compradores ocupan el asiento trasero mientras que lo que te jala a la agencia donde vas a comprar tu auto es cuando te gusta su apariencia.

Tan así, que las propias marcas saben que LO MAS IMPORTANTE para vender un auto, es que les guste su diseño a su público objetivo- que por supuesto varía según el modelo y el tipo de consumidor.

Visto así la verdad es que cualquier coche es el coche perfecto para cada quién. ¿Por qué lo escogió? Porque le gustó.

Y también debe destacarse que eso significa que muchas veces la gente compra un auto que no es estrictamente lo que necesitaba. También cuenta mucho lo que se dice en tu cuadra y si está de moda comprar una camioneta vas y te compras una camioneta, porque quieres que tu mujer o tu marido traigan lo que está de moda.

Por lo tanto nos declaramos derrotados desde el principio de que ni nosotros ni nadie puede realmente decirte o sugerirte cuál es el coche que debes comprarte. Tenemos unos colegas que se dedican a eso, a decirte cómprate este o cómprate el otro y la verdad es que eso solo funciona bien con los clientes que están indecisos o que no tienen una preferencia estética por un auto.

Esos requieren una sugerencia, una ayudadita, para tomar su decisión.
Pero no cabe duda que es una chamba difícil -la de analista de autos- porque siempre nos pasa como al cohetero: de todas maneras la cosa revienta y o nos chiflan o nos aplauden.
Pero de que revientan, pues claro.