En 2015 Ford decide lanzar su Mustang como vehículo global. Es decir, lanzarlo a todos los mercados posibles y que dejara de ser un juguete de nicho americano. Para lograr colarlo en mercados tan complicados como el europeo, hizo algunos cambios al ADN de su Pony car que eran impensables. Quizá los dos más importantes fueron la suspensión trasera independiente y un motor 4 cilindros de 2.3 litros turbo.
Paralelamente a ese lanzamiento, también lanzó el Shelby GT350 con 526 caballos provenientes de un motor atmosférico.
Ediciones especiales fueron y vinieron. Shelby GT500; Freddy Van Beuren; Mustang de 50 aniversario; Mustang Bullitt y por supuesto, nuestra versión favorita: El Mach 1
Para 2022 Ford lanza el Mach1 en su versión Fighter Jet. A nadie deja indiferente visualmente. Con remates en color naranja. A nosotros francamente nos hubiera hecho más sentido si se hubiera llamado Mustang Mach 1 Robotech porque esta versión nos recuerda específicamente el Jet de combate del comandante Roy Focker.
Ya el año pasado reseñamos en su momento al Mach 1 y le hicimos su ficha técnica. Lo que nos faltó por decir y que esta vez no perderemos la oportunidad de hacerlo es que es nuestro Mustang ultra favorito de todos los tiempos.
El Mach 1 por sí mismo es el Mustang de calle más refinado de todos. Es el pináculo del camino de la sexta generación que inicia en 2015 por motivo de una vieja tradición que Ford usa con mucha discreción: adelantos.
Así es, el Mach1 es un adelanto de lo que Ford planea para su Mustang 2024. Ford tiene tiempo que nos ofrece adelantos de sus próximos productos metidos en la lámina de sus productos actuales.
Lo hizo con la Lobo Tremor de 2014. Metió el motor Ecoboost de 3.5 litros en la carrocería de la Lobo de sexta generación. Y luego cuando llegó la séptima generación de la Lobo con su carrocería de aluminio, ese motor ya era un estándar.
Con el Mustang Bullitt y el Mach1 Ford tiene años anunciando que el Mustang 2024 tendrá 480 caballos de potencia. El actual Mustang GT tiene 460. Ford ajusta el confiable 5.0 litros para ofrecer más potencia y nos deja probar un poco de su futuro producto en el Mach 1.
Aunado a la potencia, el Mach 1 retoma un montón de cosas del GT350, del GT500 y del Bullitt. ¡Este auto grita NUEVO por todos lados! Cosa que el GT350 no logra transmitir en la actualidad pues ese camino de aprendizaje que inicia con el GT350 se expresa con mucha claridad en el Mach 1, aunque en la escala de lo radical, aparentemente es un paso abajo.
El sonido del escape es el más refinado de toda la gama. La caja de cambios, con sus cambios cortitos es una delicia. Mantiene el pomo tipo bola blanca de billar del Bullitt que nos parece romántico y visualmente muy satisfactorio. La suspensión magnética está presente (cosa que no ocurre en el GT regular) y el paquete de equipo es el más completo.
Para nosotros, es ritual configurar el modo personal con los ajustes ideales: la suspensión y el volante en su modo más duro, el escape en su modo más ruidoso y los controles de tracción activados. Siempre que lo encendíamos, activamos el MYMODE para que nos llevara a nuestra configuración favorita. Solo recordamos una vez en la que hicimos uso del escape en modo vecinal. Es decir, de baja emisión de ruido.
Es tan refinado y característico el sonido de esta versión de Mustang, que hasta el guardia de seguridad del condominio donde vivimos lo ubicaba. Siempre que llegamos el portón ya estaba abierto porque el guardia nos escuchaba que veníamos llegando desde varios cientos de metros de distancia. “Tiene un sonido super bonito y muy identificable” nos dijo. “No se parece a los de los otros autos que solo son ruidosos”, remató. Nosotros agradecidos.
Las aceleraciones son brutales como se puede esperar. Las frenadas, con sus Brembo de 6 pistones adelante y 4 atrás también lo son. Contundentes. Potencia sin control es una tontería. Y en este auto hay mucho control. El descontrol es lo que nos produce al conducirlo. Es un cohete de bolsillo muy adictivo. Muy predecible. Un pony car muy dócil y refinado.
Para nosotros, despedirnos de él fue una de las sensaciones más complicadas, pues sin temor a equivocarnos decimos que no solo es nuestra versión favorita de calle por encima del GT350, sino la mejor versión de calle que existe. Porque, aunque no tiene el nombre Shelby en ningún lado, no lo necesita para que nosotros lo eligiéramos por encima del GT350.
El Mustang 2024 ya fue presentado. Y luego de ver la lista de novedades, confirmamos que sin duda elegiríamos un Mach 1 2022 antes que un GT 2024. Es mejor auto. Habremos de esperar a ponerle las manos encima a la edición especial llamada DARK HORSE para ver si logra enamorarnos más que el MACH 1. Por lo pronto, a su versión JET FIGHTER le damos la categoría de nuestro auto favorito del mundo mundial. Por encima de autos que valen hasta el doble.
Como anécdota final: el jefe de taller de una agencia Ford se enteró de que tuve un italiano carísimo recientemente a prueba. Y me preguntó que prefería entre ese italiano y el Mach 1. Se sorprendió cuando le dije que el americano. “¿Cómo crees?” me dijo. Respondí: “Carlos, tu los reparas. ¿Dime tú que es lo que le duele al confiable Mustang”?
Entendió inmediatamente de que le hablaba: diversión, identidad, legado, potencia, tecnología y confiabilidad. ¿Se le puede pedir más a un auto?
Edgar Alejandro Domínguez Reynoso
CONTRAPUNTO: MUSTANG MACH 1 Fighter jet
Hay autos que despiertan pasiones como Ferrari, Lamborghini (que se pronuncia Lam-bor-GUI-ni. (Suena igual que cuando dices “espagueti”), Porsche que no es “Porch” sino Por-she, así, como se lee. Y entre estos se encuentra el Mustang que, a su vez, su pronunciación correcta es “Mastang” pero en este país se tolera decir Moostang (en inglés).
Desde sus inicios generó expectativas, aunque se derivara de una plataforma de un sedancito muy sencillo, el Falcon.
Ha habido varias versiones, desde el primer coupé hard top con motor 6 cilindros, convertibles y fastbacks, versiones Shelby, Hertz y desde luego los fastbacks que dieron origen a los primeros Mach 1.
Por allá del 73, por fin nos llegó el primer Mach 1 mexicano con motor de 351 pulgadas cúbicas (7 litros) con apenas más de 200 HP 4 velocidades y una suspensión trasera con eje “vivo” y aunque hubiera coches que le podían pegar en prestaciones, el Mustang siempre fue el Mustang.
Entonces, lo que lo caracterizaba era ese techo que se extendía hasta atrás, en donde terminaba la cajuela y la trompa (ejem, el cofre) además de larguísimo, tenía esa toma de aire que no era funcional, pero era fácilmente convertible a toma funcional.
Ahora resurge el Mach 1 (se dice Mac) con motor de 5 litros (302 cu. in.) 480 HP, suspensión trasera independiente y con diferencial Torsen, frenos Brembo, transmisión Tremec de 6 velocidades (hecha en Querétaro) y un muy extenso menú configurable desde el volante.
O sea, tenemos un coche que promete ser deportivo además de ser configurable “a la carta“.
Tiene diferentes tipos de manejo, uno para piso resbaloso (nieve / lluvia), otro que se autodenomina Normal, Sport, Pista y Pista de carreras, que en realidad es un modo para 1/4 de milla.
Se puede seleccionar el modo de sonido de escape, que va de silencioso (que no lo es, aunque fue mi favorito ya que daba un rugido digamos que muy fino y a la vez contundente), y luego los modos deportivo y pista que digamos que se podrían llamar muy ruidoso y muy muy ruidoso.
Este es un coche para el que le guste manejar coches deportivos. Hay que trabajar los 3 pedales, y mover la palanca de velocidades. Lo mantiene a uno ocupado todo el tiempo o no, ya que con tantos caballos y con 410 pies libra de torque, podríamos simplemente poner 3a velocidad y de ahí movernos todo el día y solamente para frenar o arrancar usar el clutch, que, aunque no es ligero, tampoco es excesivamente pesado como eran aquellos de los años 60 o 70.
Tengo que comentar que, sin duda, es un coche con el que podría vivir a diario, tiene muy buen equipo de sonido y me refiero tanto al sistema de infotenimiento como al sistema de escape.
Cuando uno va detrás de alguien de esos que van super lentos, digamos, en una subida, normalmente el que va adelante no se inmuta de traer a un contingente atrás queriendo pasar. Con el Mach 1 cambias a 2a, y el de adelante escucha esa sinfonía de 8 cilindros y los ves que voltean a ver el espejo retrovisor e inmediatamente se hacen a un lado. Definitivamente, el Mach 1 impone. Eso me sucedió más de una vez. Desde luego, no hay que defraudar al que se quitó y hay que acelerar para que escuche claramente el sonido correcto de un V8 que sin problemas alcanza las 7200 RPM.
Luego viene el tema de la frenada. ¿Quién hubiera pensado que un Mustang pudiera presumir su frenada? Y no solo su frenada, la suspensión.
Es un coche muy equilibrado.
La suspensión que tiene se llama Magneride y se adapta fantásticamente a las condiciones tanto del camino, como a las condiciones que le pedimos.
Me explico, cuando el suelo se pone un poco “bachoso” e irregular, absorbe muy bien.
Cuando lo ponemos en modo deportivo o modo pista, entonces digamos que como si se pusiera en posición de ataque. Imaginemos a un defensa de fútbol americano cuando va a defender al core back, se pone un poco más firme la suspensión, pero nunca es incómoda.
¿Qué tan bien funciona? Qué bueno que preguntan, los coches de ahora tienen un sistema de detección de derrape, y cuando el coche se quiere salir de control, inmediatamente los sistemas entran en acción para tratar de prevenir un desastre.
Me gusta probar estos sistemas, y me gusta una vez que voy encontrando el límite del coche, desconectarlos.
Pues bien, en el Mach 1 llegar a ver que se prende el testigo de derrape no está tan fácil, casi no necesita el sistema. Su límite está muy muy alto. Además, en modo deportivo, el sistema permite un ángulo de derrape digamos que bastante divertido antes de que entre la niñera a controlar.
Los cambios de velocidades son una delicia, la posición de los pedales no es la ideal para hacer el punta talón (aunque se puede) pero para los que prefieran, se puede poner un modo que se llama “rev-matching” que iguala las revoluciones del motor, para que al cambiar tanto descendentes como ascendentes el cambio sea súper suave.
La velocidad tope no la pude probar ya que no encontré espacios suficientemente seguros para hacerlo, pero no tengo duda de que supera fácilmente los 250 km/h.
Francisco Montaño Benet
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