El Futuro… ¿pinta negro?

carga

Con la inevitable invasión de los autos eléctricos en sustitución de los equipados con los malamente vilipendiados motores de combustión, debemos estar preparados.
Más allá de la preocupación por las baterías desechadas, nos debe “caer el veinte” de que la generación de la energía que consumirán provendrá (en una mayoría mundial y no se diga en México) de plantas generadoras que queman combustibles más contaminantes –como el carbón, sin ir más lejos– que los derivados del pétróleo.

70% de las emisiones de dióxido de carbono EN TODO EL PLANETA proviene de la quema de combustibles para generar electricidad. Las alternativas “renovables” como el Sol, las mareas o el viento, no son controlables por el ser humano. Y por tanto, nunca sabemos si habrá generación o no. El Sol, para empezar, solo “sale” durante la mitad de cada día y el resto produce nada más que calorcito.

El viento no siempre sopla.

hidro

El hidrógeno es una buena idea, PERO es muy peligroso almacenarlo, ya que se requieren tanques herméticos, refrigerados a bajísimas y críticas temperaturas, y que no cualquier estación de servicio pueblerina (como las abundantes pero rústicas gasolineras que hay casi en cualquier esquina o pueblito) puede operar.

agua

En efecto, nosotros mismos -en Motor y Volante, durante eventos con las fábricas de autos- hemos bebido agua proveniente del escape de autos equipados con motores a hidrógeno. Sabe rico! Pero para que eso suceda tuvieron que hacer instalaciones especiales para mantener listo el hidrógeno en complejos tanques adyacentes.

Lo autos que van generando su propia electricidad con un motorcito de gasolina a bordo (como el e-Power de Nissan, el MX-30 de Mazda o los Ford Lobo Lightning y Ram 1500 EV que están siguiendo los pasos de esos dos pioneros) igual son criticados por “ecologistas” que olvidan que la electricidad en tomas en una pared proviene de una planta que está echando humaredas peores que las del coche.

humo

¿Cuál es la solución?

Nosotros no la sabemos, pero seguramente a alguien se le ocurrirá y muy probablemente no consista -a largo plazo- de autos eléctricos conectables.

                                                                              Gabriel Novaro/Motor y Volante

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