El piloto mexicano ganó el Gran Premio de Arabia Saudí, la quinta victoria en la Fórmula 1. Checo le ha dado el mensaje a Red Bull de que también sabe ganar. El tapatío, además, se consolida como especialista en pistas callejeras.
“El equipo estuvo trabajando muy duro durante el fin de semana, tuvimos muchos problemas mecánicos. Seguiremos presionando, fuimos el coche más rápido en la pista”, contó Pérez.
El podio lo completaron Verstappen y Alonso, a quien le habían retirado del podio y luego los comisarios dieron marcha atrás.
Pérez había tenido un buen fin de semana al lograr uno de los tres mejores tiempos. Verstappen se atascó en la tercera velocidad y su auto no dio a más. Pérez sacó la cara por Red Bull para arrancar primero este domingo, en la pole position, en la pista de Jidda.
Era la segunda vez que obtenía la posición de privilegio en 13 años en la Fórmula 1, la primera fue, de hecho, en este mismo circuito el año pasado. El mexicano tuvo una mala salida y le dejó el espacio a un Alonso que regresó medio bronco. El español, sin embargo, cometió una infracción en la arrancada al estar mal acomodado, lo que le valió un castigo de cinco segundos de espera.
En la vuelta cuatro, le arrebató el liderato a Alonso. A partir de este punto, la misión para el piloto de Red Bull era abrir brecha con el Aston Martin. Pérez tenía detrás a un dos veces campeón de la Fórmula 1, un tipo que se retiró en 2019 y dos años más tarde salió de la jubilación. Mientras el mexicano se escapaba y escapaba, Verstappen adelantaba rivales desde la decimoquinta posición.