Mucha gente está convencida que los convertibles son para disfrutarlos en climas benignos.
Y no, la realidad es que fueron concebidos para climas severos, donde no abunda el Sol. Un convertible en Acapulco, que muchos sueñan como ideal, es una pesadilla. Hasta los asientos te queman.
En cambio, “destapar” un coche en Alemania, Canadá o en Suecia, es perfecto para capturar lo poquito de Sol y calorcito que les toca por allá arriba.
Y lo mismo sucede con los toldos solares, que en el trópico realmente QUEMAN COCOS mientras que en el norte de Europa, les permiten algo más de luz a sus usuarios. Es incomprensible, por lo tanto, su éxito comercial en México (además de que su peso tan arriba, descompone el centro de gravedad y el equilibrio del auto).
Mito roto!
