Para muchos puristas, Mazda siempre estará vinculado al motor rotativo que la compañía lanzó por primera vez en el Cosmo Sport de 1967 y luego en una serie de autos deportivos con la insignia RX. A lo largo de los años, los motores rotativos han desempeñado un papel importante en la historia de la compañía, incluida la potencia de un ganador de Le Mans, y a principios de este año el motor regresó como un extensor de rango para el crossover eléctrico compacto MX30, aunque todavía no en Norte América.
Pero, ¿podríamos ver un rotativo más potente en un RX moderno? El mayor obstáculo sigue siendo lograr que el motor que es muy sediento de combustible cumpla con las estrictas normas de emisiones y, al mismo tiempo, aumente la potencia.
El último auto deportivo rotativo de Mazda, el RX-8, tenía solo 232 hp pero una sed similar a la de un V-8. La actividad de patentes sugiere que Mazda está considerando la tecnología híbrida como una posible solución para un automóvil con un motor rotativo que impulsa directamente las ruedas.
Esta semana se publicó una patente presentada por Mazda ante la Oficina de Patentes y Marcas Registradas de los Estados Unidos y se detalla un sistema híbrido en el que un motor rotativo montado en la parte delantera (12) se combina con un motor eléctrico (16), con las dos unidades de potencia enviando la fuerza motriz a un transeje (14c) y finalmente a las ruedas traseras (2a). Dos motores eléctricos más (20) completan el tren motriz y le dan tracción total. El año pasado apareció una patente similar, pero esta última proporciona muchos más detalles sobre el lado eléctrico del tren motor. Los dos motores en las ruedas se describen como motores de inducción de 17 kw (23 hp), mientras que el motor emparejado con el rotativo se describe como un motor síncronico de imanes permanentes con 25 kw (36 hp). La última patente también tiene un concepto interesante para el sistema de batería (18) para almacenar la energía recuperada y alimentar los motores eléctricos. Es un sistema único de voltaje variable en el que se empaquetan cuatro sistemas de baterías individuales de 48 voltios para una distribución ideal del peso. Los sistemas actúan individualmente durante la conducción normal, pero cuando se requiere potencia máxima, los interruptores pueden conectar las baterías para formar unidades de 96 voltios. Tal diseño significa que se requieren menos conexiones de alto voltaje, lo que ayuda a reducir el peso. Mazda no ha mencionado planes para lanzar un auto deportivo moderno con este esquema, aunque ha habido muchos indicios a lo largo de los años, que culminaron con la revelación del concepto RX-Vision en 2015. Toda la actividad de patentes sugiere que Mazda no ha renunciado a la idea de un automóvil deportivo con motor rotativo, incluso en un mundo en el que los estándares de emisiones son cada vez más estrictos.